Fecha 5: "¿Y quién se comió las tortas?"
León:
Mi desliz comenzó aquella tarde del 6 a 1. Aquella tarde en la que casi no juegan los tiburones, aquella tarde - noche que le agarré bronca al Colorado Liberman. Al principio dejé de ir a facultad. Dejé de comer comida sana y dejé por fin de preocuparme por mi apariencia. Gramajo del "Farolito", milanesa en dos panes de la "Piu Bella", alguna vez que otra algún Príncipe Humberto para endulzar la noche. Aumenté unos kilitos.
El Ronco:
Hacía tiempo que no nos veíamos, y quise darle una sorpresa. Aparqué cerca de su apartamento, con el único objetivo de pasar a buscarlo. Tenía que ir con el a ver a los tiburones. Caminé las dos cuadras que separabanme de la morada de León y me tope con un hediondo personaje tratando de forzar la puerta. Lo cacé del cuello.
- ¡¿Quién sos?!
- ¡¿Eh?! ¡Soltame hijo de p*ta la c*ncha de tu madre!
León:
Allí estaba parado yo en la puerta de mi apartamento, había perdido las llaves la noche anterior seguramente después de la mamúa nocturna. El olor a vómito en mis prendas era insoportable, ¿pero que más da?
Entre a forzar la puerta cuando de repente unas manos frías con un aroma inconfundible a gel fijador me tomaron sorpresivamente del cuello.
- ¡¿Quién sos?!
- ¡¿Eh?! ¡Soltame hijo de p*ta la c*ncha de tu madre!
- ¿Quién sos, te pregunté, tas tratando de afanar pedazo de p*to?
- ¡Para nabo, soy yo, León, soltá que tenés las manos frías!
- ¡¿León?! ¿Qé carajo te pasó, estás hecho una gorda ¿y esa barba? Que te pasó cabecita, no me digas que seguís mal por los tiburones… Esto no puede seguir así.
Me dio un par de bofetadas, abrió la puerta de un patadón y me metió en la bañera. Bajo el agua fría la resaca comenzó a irse.
- Vestite que nos vamos… Hoy juegan los tiburones.
La cara de León cambió por completo, los ojos le brillaron dejando entrever una lágrima de felicidad en la barbuda mejilla del futuro periodista deportivo.
El olor a pasto mojado volvía a apoderarse de León. Las canchas de Champagnat estaban ante sus ojos una vez más y los tiburones sentados a un costado se ponían los botines para revivir el cotejo del debut. El juez de complexión tunecina y cola de caballo pitó el inicio.
Spartak salió a matar, las constantes ofensivas lideradas por Jeje López y los aportes en las bandas del "Perla" "Maxi López" Perlini y Marcelo Rapetti, acompañados por un intolerable Fernando Campos hacían temblar el fondo defensivo de La Desgracia. Algún contragolpe aislado de Hulk era el único peligro para "Bana" García. Una inspirada marca de "Sasa" Schreiber, el "Yeti" Freire, Gabriel Machado, "Marche" Marchesoni y "Cafú" Viera hacían imposibles las llegadas del I.A.L.D.
Como de costumbre, los partidos de La Desgracia se picaban de a poquito. Un Hulk totalmente anulado en el lateral por Diego Schreiber acometió contra el "Yeti", cayéndose ambos a un costado de la cancha. El árbitro tunecino no pareció inmutarse.
Tras una jugada en represalia el increíble Hulk volvió a pegar de atrás al "Abominable hombre de las nieves" Freire mereciéndose sin lugar a objeciones el cartón amarillo con un tinte rojizo. Nada por parte del juez.
- ¿Bo León, viste la patada que le pegó el tipo ese al Yeti?
…
- ¿León? ¿León? ¿Qué estás mirando?
- ¿Yo? Eh, nada nada, taba mirando el partido.
Los ojos de León estaban en otra parte. Seguramente cerca de los bolsos de los Tiburones, dado que se dio un acontecimiento especial. El Spartak trajo hinchada. Dos chicas dijeron presente, la novia del "Perla Perlini" y Andrea, la fotógrafa oficial, quien seguramente estaba distrayendo a León.
El partido seguía, "Bana" García contenía los pocos ataques del I.A.L.D. Por su lado, el pichichi Campos bailaba a la defensa junto a Marcelo Rapetti, quien al tener la pelota, o al pasarla, o al patear, o al ser marcado, o al correr, enloquecía a la defensa con sus gritos.
A "los desgraciados" rivales no les quedaba otra que empezar a jugar al pelotazo, probar un poco las alturas, pero con una base de Volley, "Super Mario" Schreiber ganó todas.
Se acababa el primer tiempo. Los tiburones estaban mordiendo, pero el gol no llegaba. Era la frutilla que le faltaba a la torta.
El segundo tiempo no se hizo esperar, y los tiburones seguían prendidos en ataque reviviendo aquel magnífico debut de hacía unos meses atrás. De repente tras una jugada algo confusa Fernando Campos hizo mover las redes. Brillante.
De a poco los tiburones se fueron cansando. La Desgracia movió sus fichas y desde la banca ingresó Vicente Sánchez. Esa opción no era viable para los Tiburones, ya que habían ido solo diez… ¿Eh? ¿Diez? ¿Sólo Diez? Les juro que nunca me enteré de ello antes. No se si porque estaba en otra o porque en la cancha parecían quince. En fin…
Abatidos, los buenos de la película aguantaban el resultado. Impecables en el fondo el "Marche" y Gabriel, secundados por César, "Super Mario" Schreiber y las bajadas del "Yeti".
Pero a poco del final un penal dudoso pitado por el "Tunesino" no impidió al "desgraciado" pateador vencer al "Bana" para empatar el tanteador en uno.
Injusto final para quienes dejaron todo en desventaja, aún así se logró el virtual tercer puesto.
Finalizado el cotejo algunos bobetas vinieron a armar cocoa, no la "cocoa loca" de "Sasa" Schreiber, sino en otras palabras a armar lío.
Los correctos Tiburones no les dieron bola ya que sabían de antemano que los rivales jugaron con dos jugadores suspendidos, por lo que de cualquier manera los puntos estaban en casa.
Un "desgraciado" vino a amenazar de tortazos. Nada que ver, no daba para responderles.
Los tiburones emprendían su camino a casa.
Mientras se dirigían al Disco a comprar beberaje, el Ronco y yo nos ibamos en el auto. Había algo que no me cerraba en la cara del Ronco.
- ¿Qué pasa?
- Nada León
- Dale Ronco, decime.
- Primero que nada vos dejá de comer tortas, te voy a poner a régimen.
- …
- Estoy caliente León, otra vez se perdió puntos por la falta de concurrencia.
El Ronco cazó el celular.
- Hola... ¿Carlitos? Soy yo. Es hora.
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